Puente de Vizcaya

A finales del siglo XIX, surgió en Bilbao la necesidad de unir las dos orillas del río Nervión que separaban Portugalete y Gecho, dos de los municipios comerciales más importantes de la ciudad. El objetivo era construir un puente que facilitara el tránsito de vehículos y pasajeros sin entorpecer el comercio marítimo.

Alberto de Palacio, discípulo del arquitecto de la Torre Eiffel Gustave Eiffel, fue el encargado de diseñar el Puente colgante de Vizcaya, la mayor obra de ingeniería del País Vasco hasta el momento. El 28 de julio de 1893 se inauguró este monstruo de hierro de más de 60 metros de altura.

Se trata de una obra de ingeniería civil sin precedentes en Bilbao, que une funcionalidad y estética. Más de 100 años después de su inauguración, el puente de Vizcaya fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, convirtiéndose en el primer monumento del País Vasco en recibir este premio.  

¿Cómo cruzar el puente de Vizcaya?

La distancia entre las dos orillas es de unos 160 metros, que podréis recorrer sin dificultad a pie o utilizando las barquillas colgantes del puente de Vizcaya.

Caminando 

A través de un trasbordador se accede a la pasarela del puente colgante de Bilbao, ubicada a unos 45 metros de altura. Desde aquí obtendréis unas vistas únicas de Guecho y Portugalete, del último tramo de la ría de Bilbao y de las fábricas abandonadas de la zona.

Barquilla colgante 

Del puente de Vizcaya cuelga una barquilla sujeta por cables que transporta vehículos y pasajeros de un lado a otro de la ría. Este servicio funciona 24 horas al día, ya que resulta primordial para los habitantes de estos dos municipios.

Podéis consultar las tarifas y horarios del puente de Vizcaya en la web oficial.